Marcha Nórdica en Cantabria

Mi historia no es la de un superhéroe, ni la de un mago con una varita mágica, pero sí la de alguien que ha transformado su pasión en su propósito.

Nací en Madrid en 1968, un año vibrante para el mundo, pero probablemente no tanto para mí, ya que apenas estaba empezando a explorarlo.

A los 5 años, nos fuimos a vivir a Alcalá de Henares, un lugar donde las calles trasmitían historias de comunidad y esfuerzo. Mis padres, para mí unos auténticos héroes, me enseñaron que el verdadero valor no se mide en euros, sino en esfuerzo y honestidad.

De niño, era igual a cualquier otro: libros en una mano y aventuras en la otra. Pero algo cambió cuando me regalaron «Gran Aventura en Australia»; ese fue el comienzo de mi insaciable apetito por leer … ¡pero siempre en papel! Lo digital está bien, pero nada supera el tacto y el olor de las páginas.

Con una licenciatura en Ciencias Económicas bajo el brazo y un deseo de independencia económica, aprendí el valor de cada euro, trabajando en diversos empleos mientras estudiaba. Pero la verdadera lección llegó a los 30, cuando entré a trabajar en una gran empresa, un lugar que con el tiempo se convirtió en mi particular «Mordor» donde el único anillo que gobernaba era el reloj de fichar. Tras 15 años como Jefe de Contabilidad, la rutina se apoderó de mi entusiasmo, convirtiendo cada día en una cuenta regresiva hacia… nada en particular.

Fue el ejercicio físico (senderismo, correr, gimnasio), lo que mantuvo mi espíritu vivo. Me enseñó que hay más en la vida que pasar páginas de un calendario sin propósito. Cada momento de actividad física en la montaña era un recordatorio de que había más en la vida que tablas Excel y reuniones improductivas.

En 2018, hice las maletas (no solo metafóricamente) y dejé Mordor atrás, decidido a fusionar mi amor por el norte de España y el ejercicio al aire libre. Así nació NORTERAPIA, un sueño que parecía perfecto hasta que 2020 trajo consigo un desafío del tamaño de una pandemia. Pero no soy de los que se rinden fácilmente.